Estos territorios cuentan con una rica tradición cultural que contempla una serie de prácticas chamanísticas y rituales, que según los indígenas le otorgan a los seres humanos los conocimientos necesarios para vivir y proteger este mundo. Los cerros, raudales, remansos, lagos, quebradas, ríos, cuevas, salados, piedras, cananguchales, sabanas y nacimientos de agua, son considerados por los indígenas de estas zonas “Sitios Sagrados”, que son marcas indelebles de la labor de las deidades durante la creación del mundo, dándole a cada parte del territorio un significado.

Turismo de Aventura Colombia, Ecomochilas, bajo el principio de redistribución, comparte las utilidades generadas por estos viajes con las comunidades en un intento de mejorar la calidad de vida de las mismas respetando sus tradiciones y cultura. ¡Ayúdenos a protegerlas¡

El Vaupés La Gran Selva,  es la máxima expresión de la Naturaleza, experiencias únicas en nuestro mágico País, Colombia.  Colombia, Ecomochilas. Raudales como el majestuoso y mítico Yuruparí y sus leyendas, http://www.colparques.net/YURUJ, el espectacular mítico y gigante, Jirijirimo y su exhuberancia, el imponente Río Apaporis y sus comunidades indígenas, el Pucarón, hermano menor y  no menos majestuoso. El Río Cananari y el Farallón de Morroco, enorme y silencioso contemplando la Gran Selva del Vaupés-

Este es un viaje de aventura en el que se cruzan territorios poco explorados y tranquilos, la experiencia de vivir unos días en los ríos de selva que reúnen la cultura tradicional indígena y milenaria reúne lo sagrado y mitológico de sus comunidades. El viaje se realiza con el consentimiento de las autoridades y en especial las comunidades que también se benefician con su visita, de ahí que los visitantes deben acatar las instrucciones de las comunidades.

El Raudal de Jirijirimo (“cama de la anaconda”), se encuentra a unas cuatro o cinco horas de la población de Pacoa, descendiendo por el río Apaporis, se forma un raudal de fuerza u belleza únicas, el río, que en este punto tiene una anchura de varios cientos de metros, se divide en dos para darle espacio a una isla en forma de corazón que surge de sus profundidades y marca el comienzo del raudal.

Se localiza en el curso medio-bajo del río Apaporis que marca el límite entre los Departamentos del Vaupés y el Amazonas.

El Apaporis y su entorno pertenecen a la selva tropical húmeda del Amazonas, con su entramado de flora exuberante rica en epífitas, parásitas, bromeliáceas y hongos. También se pueden encontrar grandes mamíferos como la Danta. Cerca del raudal desemboca el río Cananari, de impolutas aguas negras, el cual es presidido por una serranía llamada Morroco, de 5 kilómetros de largo y 500 metros de alto, de fácil ascenso, En la región, habitada por los indios cabiyaris, es posible ver las grandes boas acuáticas llamadas güios o anacondas.

El recibimiento por parte de las comunidades es amplio y cordial no son muchos los visitantes y se convierte en un acontecimiento “todos salen a saludar” es el comienzo de muchas experiencias y vivencias.  El contacto directo con la exuberante selva virgen, las comunidades indígenas su cultura y formas de vida serán una experiencia única para los amantes de la naturaleza, la aventura y la conservación de este hermoso lugar y sus tradiciones.

El viaje inicia en Villavicencio en ruta hacia Mitú, con su pista al lado del río Vaupés, Bellavista, cerro Moroco, comunidad indígena de Buenos Aires, Jirijirimo, Pacoa y Villavicencio, recorriendo el río Cananari, en un viaje de selva de 6 días, acampando en las comunidades indígenas que colaboran en esta experiencia, bajo el concepto de turismo responsable y sostenible. Las características florísticas, faunísticas y ecológicas son similares a las de parque nacional Chiribiquete.